
Es lógico pensar que nos preocupemos por nuestra salud y la de nuestros seres queridos, ante una situación como la actual, eso nos hace tomar medidas como comprar productos y abastecer la despensa con artículos básicos por la cantidad que el efectivo o tarjeta de crédito lo permitan.
Esas son una de las medidas preventivas normales en el consumidor, sin embargo, es un arma de doble filo ya que, al no planificar el egreso te descapitalizas y para cubrir los gastos corrientes tiendes a incurrir en deudas.
Otro de los escenarios habituales en estos eventos, es aprovechar la oportunidad de vender artículos relacionados o no; eso refleja que la economía se mueve, y aunque disminuyan las transacciones comerciales comunes, el impacto negativo se reduce.
Por ende, en estos casos, pasa que muchos comerciantes alteran los precios de los productos, según ellos para aprovechar el momento y obtener mayores ganancias, (el precio del bien fue adquirido antes de iniciar el proceso especulativo).
Esta estrategia la utilizan los grandes negocios no de forma drástica, es más utilizada los medianos y pequeños negocios, los primeros conocen los movimientos del mercado y están más preparados para enfrentarlos y reconocen que estas acciones les pueden hacer perder cliente y quedarse con un mayor inventario. También toman en cuenta que estas situaciones son temporales.
¿Cuáles son los escenarios que pueden pasar al aplicar esta estrategia los pequeños negocios?
Generalmente al existir estos procesos especulativos de aumentar de forma inescrupulosa los precios en los productos de consumo masivo, refleja que el sector no posee muchas herramientas empresariales sostenibles para su negocio a través del tiempo, y se puede considerar que su prioridad es solo ganar más y no analizar los efectos que puedan ir más allá, por ejemplo:
- Contemplar un aumento de precios de los productos, por factores reales no especulativos.
- Aprovisionar partidas monetarias para futuras compras de inventario a precios elevados.
- Considerar que el margen de diferencia en el precio es a criterio de cada vendedor y este lo bajara conforme la negociación con cada cliente.
- Que los clientes podrán comprar un menor número de veces el producto, por ende, aunque aumente el margen de ganancia por aumento de precio, disminuye el margen por nivel de compra.
- Que ellos son vendedores de sus productos y consumidores de otros bienes y les tocara comprar a precios más altos por el mismo efecto.
- La falta de educación financiera hace que el ingreso que perciben, lo destinen a suplir egresos no habituales y por lo tanto al descapitalizarse, les es más difícil recuperar la misma posición económica.
Existen otros aspectos que afectan en la economía doméstica, y estos tendrán mayor impacto mientras no tomemos decisiones conscientes sobre el manejo de los recursos operativos, económicos y personales.

En la economía domésticas, factores como salud, educación, medio ambiente, transporte, inflación, especulación, entre otros; suman nuestro día a día y no los podemos invalidar o considerar uno más importante que el otro; ya que cualquier efecto en ellos tiene repercusión directa en nosotros como productores, distribuidores o consumidores.
En esta última semana visite un supermercado antes y después del día de pago, notamos aumentos de precios no significativo en variación monetaria, pero si en impacto para el consumidor, también notamos que productos básicos que pueden ser utilizados en el caso de no salir de nuestras casas (medidas preventivas) habían tenidos ventas altas al punto de no haber existencias.
Sí debemos de estar preparados, si debemos organizarnos ante un escenario incierto, ¿Por dónde comenzar? Por nosotros, podemos analizar nuestros hábitos cotidianos y modificarlos en caso de requerirlo, por ejemplo, lavarnos las manos constantemente al entrar o salir de lugares o transportes públicos.
Es importante que, en lugares concurridos, tomen medidas preventivas, sin embargo, es imperante que nosotros mismos hagamos el auto cuido, al igual que en las finanzas, la salud o enfermedad es el resultado de nuestros hábitos de vida.
Cuidar nuestro sistema inmunológico es otra de las prioridades que debemos aplicar, como el consumo de comida saludable, evitar prácticas dañinas para la salud nuestra y del entorno, haciendo ejercicios, etc podemos consultar con los expertos en nutrición o médicos que conocemos para que nos orienten mejor en el tema.
Rompamos mitos, consideremos que somos capaces de hacer lo que queremos de diferentes maneras, trabajemos sobre lo que podemos transformar,
¿Quién te dice que no puedes lograrlo?
Es nuestra responsabilidad trabajar para vivir en un ambiente saludable para nosotros mismos, nuestra familia y entorno, establecer hábitos de higiene no solo en esta temporada, si no de forma cotidiana, tomemos en cuenta que a mediano plazo nuestras acciones tienen efectos positivos y negativos en el medio ambiente y por ende en la economía doméstica y nacional.
Otra recomendación que quiero dar es el uso de los medios tecnológicos, en algunos escenarios su aplicación es efectiva y recomendada, debemos de analizar como transformar nuestro sistema de trabajo a metodologías que seas más accesibles, no veamos el desarrollo tecnológico como algo inalcanzable, es una herramienta que nos puede traer muchos beneficios, en tiempo y por ende en dinero.
excelente artículo, muy ordenado, el mayor error es caer en el juego de la especulación antes de hacer un gasto para prevenir las alertas sanitarias hay que informarse sobre tiempo tipo y cantidad de productos, estar atento a las autoridades, ordenar prioridades revisar saldos disponibles y planificar el gasto de la futura emergencia.