
Si nuestros sueños de niñez o bien la creatividad y espontaneidad para enfrentar las cosas se proyectara en nuestra adultez, nuestro mundo sería diferente, no porque viviríamos en el mundo de nunca jamás, sino porque nuestra capacidad para resolver las adversidades sería más efectiva.
Cuando niños teníamos el sueño de conquistar el mundo, de tener propiedades, negocios, de visitar lindos lugares. ¿qué pasa entonces?; ¿dónde se quedan estos sueños?, ¿dónde se pierde el encanto y la magia?
Alguna vez hemos sentido que no somos o no hacemos lo que realmente queremos; no por qué no lo sepamos, sino que quedó relegado en algún lugar durante nuestro crecimiento ya sea por factores personales, familiares, sociales, ambientales, económicos, culturales, etc. Al final, es importante saber la causa, pero principalmente, es más importante buscar alternativas de superación.
En mi caso, quería ser psicóloga y soy economista, aunque me enamoré de mi carrera, busqué, después de los treinta años, la forma de equilibrar mis necesidades personales, aplicando estrategias de desarrollo personal, crecimiento profesional y económico.
De forma provocada pero inconsciente comencé a trabajar en recursos humanos, contabilidad, docencia, posteriormente como Administradora de Negocios y Proyectos, por lo que ahora estoy más que segura que fue causalidad.
También tengo que agradecer a muchas personas que de una forma u otra me enseñaron a pensar en positivo; una frase que ha sido eco en mi formación integral es: si no sos parte de la solución sos parte del problema, también me enseñaron que, si presentaba un inconveniente, tenía que llevar más de dos soluciones para darle mayores herramientas al que tomaba la decisión, así que obligatoriamente me enseñaron a pensar.
¿Para qué les digo esto?
Me encanta cuestionarme, es una estrategia que uso no sólo para conocerme sino para resolver las adversidades. ¿Qué pasaría si tal o cual situación ocurriera?.
Mostrar los aprendizajes, las experiencias y poder compartirlos, ese es el mejor legado que podemos aportar a la sociedad.
No les daré la fórmula mágica para resolver sus vidas, porque no existe, pero si le brindaré herramientas para que transformen su presente y construyan su futuro.
¡¡¡¡Mi respuesta es sí soy Feliz!!!! ¿y la tuya?